En memoria de un gran amigo...

Apasionado al arte y  baile…

Querendón y comprometido con su familia…

Erudito del teatro…

Carismático ante los  niños, niñas y jóvenes…

Soñador y excelente ciudadano…

Ante todo, un gran amigo…

…Así recordamos a Marcelo Cadima, una epopeya que dejó huellas imborrables a su corta edad (32). Él había recorrido un mundo de aprendizajes y saberes a lo largo de su vida. Él  desarrollaba un sinfín de dinámicas de manera responsable con cientos de niños(as) y jóvenes  en múltiples  espacios donde ejercía su trabajo comprometido y de corazón, siendo así un gran ejemplo a seguir por todos los que lo conocían.

El Centro Cultural San Isidro, había sido el huerto donde él sembró y cultivo muchos frutos, los cuales hoy se evidencian.

Quien no conoció a Marcelo???……un alma que siempre estaba con una sonrisa y una frase  día a día, un ser que abusaba del tiempo para generar cuantiosas actividades y mover el mundo de forma correcta y mágica, un tipo que nunca se dejó vencer ante el fantasma de la mediocridad, ni ante el asesino de los sueños. Un hermano que siempre estaba en las buenas y también las malas.

...Recordando uno de los propósitos de Marcelo…hacen recuerdo  su inspiración…el Centro Fortaleza…espacio donde había desarrollado un lindo trabajo totalmente loable con los jóvenes de esa institución, los cuales admiraban a cada momento las palabras, juegos y dinámicas, llenas de mensajes positivos para ellos en su mundo cautivo.

Cómo olvidarnos de este emblema, de su “dale campeón”, “cien puntos”, o simplemente de su actitud siempre positiva.

Hablar de Marcelo emerge todo un libro, ahora sólo decimos  que fue un valioso ser humano que hizo historia a cada paso de su camino.

En memoria de Marcelo Cadima Veizaga (Q.E.P.D.)

Juan Pablo Sejas.

Centro Cultural San Isidro.